El ejercicio periodístico se está realizando desde 1785, pero es ahora en esta nueva generación que se está desdibujando la labor que se debe realizar. En especial cuando tenemos claro que ante la sociedad solo somos un instrumento para hacer una tarea en quienes nos confían que les transmitamos una verdad noticiosa que quieren escuchar, leer o ver, pero llegó la hora de poner un alto en el camino y evaluar por qué perdimos el norte o cuál es nuestro verdadero interés en desarrollar este oficio.
Algunos colegas que han logrado reconocimiento quieren ser PROTAGONISTAS de los hechos que están contando, pero cuando meten las de caminar quieren que los defiendan a capa y espada, una cosa nos debe quedar bien clara y es como dice el refrán: “quien quiere marrones, aguanta tirones”, y ya es la hora en que cada quien debe asumir en forma individual las palabras o frases que usa en sus notas periodísticas para sacar provecho de la situación.
Cuando un periodista se arrodilla o se vende como una mercancía frente a un gobierno o un partido político debe ser claro y honesto con él mismo, porque simple y llanamente está convirtiéndose en una pieza que ellos usarán a su acomodo y tarde o temprano le pasaran la cuenta de cobro porque como dicen por ahí: “si el periodista le cree y acompaña a un político, tarde que temprano ellos le queman el fusible”, y casos de ejemplo hay de sobra.
Un punto supremamente importante es que las nuevas generaciones no deben seguir el ejemplo de algunos colegas que usan los medios de comunicación como campo de batalla, pero cuando les atacan por sus participaciones o frases fuera de lugar, se sienten acosados y atacados. Hay un gran adagio popular que no se debe olvidar: “hay que pensar para hablar, no hablar para pensar”.
Qué es eso que ahora los periodistas con bombos y platillos muestran sus viajes, paseos, disfrutes, spa, zonas de recreo, viajes a todo dar, pero porque les están subsidiando eso con otro interés. Quien los invitó los está USANDO y por ende manipula la información. Recuerde que ahora las redes sociales muestran más de la cuenta y sus oyentes, lectores y televidentes no tragan entero y que sacó usted con 5 años de carrera y la experiencia debida, si quienes lo conocen saben que se le olvidó una palabra clave en el trabajo periodístico: ÉTICA. Entonces “NO VENDA SU CREDIBILIDAD Y RESPETO AL MEJOR POSTOR”.
Varios colegas con los cuales he estado hablando me dicen que les da vergüenza todo lo que hacen algunos periodistas que están en los medios. Mi invitación es que, si quieren dignificar la profesión, no lo dude en hacérselo ver, con eso cumple con decírselo, con eso le queda la satisfacción que si lo sigue haciendo el problema será de él y no suyo.
Y como siempre me gusta dejarlos picados en mis columnas les daré puntadas para que ustedes saquen conclusiones sobre quién podríamos estar hablando y “al que le caiga el guante que se lo chante”.
– El periodista que estando en un medio se siente íntimo de las entrevistadas y
se jacta de ser su mejor amig@ se siente realizado como periodista, pero buscando seguidores porque de contenido saca un dos. Creo que se equivocó de profesión y debería ser uno más del mundo de la farándula.
– La trozuda que a costa de lo que sea quiere presentar, se puede tener cuerpo, voz y registro, pero los televidentes saben qué les gusta y así insista dicen por ahí: “no te vistas que no vas”.
– El periodista que a costa de lo que sea o como sea busca reconocimiento nacional o internacional. Recuerden que las oportunidades se dan solo una vez en la vida y si cuando se tienen no se aprovechan, pues nada que hacer, el sol no se tapa con un dedo y no es con la rosca de amigos que se consigue reconocimiento, es con trabajo y contenido periodístico que se gana nombre y reputación.
– POR FAVOR no se venda por un tamal, si tiene una oportunidad en un medio, respete ese medio y si necesita plata extra pida un aumento, pero eso de querer ser periodista del medio y jefe de prensa de los entrevistados si deja mucho que desear. NO PELE EL COBRE.
– No son las redes sociales las que nos dan nombre y respeto. Si quiere estar vigente y no ser mediático dedíquese a trabajar la reportería, ejerza el periodismo, y no use la profesión para estar vigente en redes. Ofrecerse por un canje de productos no está para nada bien. Sino busque la forma de volverse actor, actriz o promotor publicitario, le aseguro que logrará mejores resultados que estar ostentando un título de comunicador social donde desconoce cuáles son los criterios básicos que se deben sustentar para sean las acciones o los hechos la noticia, y no usted.