El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo humano y cumple funciones vitales. Por ejemplo, se encarga de filtrar la sangre para eliminar toxinas, ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, regula la coagulación y produce la bilis que permite la digestión y metabolización de grasas, carbohidratos y proteínas. Aunque no existen métodos milagrosos para limpiar el hígado, sí hay hábitos que permiten cuidar esta valiosa parte del organismo.
Es necesario tener en cuenta que el hígado se puede enfermar por muchas razones. Al respecto, el doctor Juan Carlos Restrepo Gutiérrez, médico especialista en medicina interna, hepatología y trasplante hepático adscrito a Colsanitas, menciona “En primer lugar están las enfermedades virales, es decir, las hepatitis A, B, C, D, E. También están las enfermedades metabólicas como el hígado graso, que por cierto es una de las más prevalentes hoy en día. Por otro lado, está la hepatitis tóxica, es decir que el hígado se enferma por el exceso de bebidas alcohólicas, medicamentos no formulados ni vigilados por un médico, y el uso de otras sustancias. Adicionalmente, también se encuentran las enfermedades hepáticas autoinmunes”.
Dentro de las señales de alerta que indican que algo podría no estar funcionando bien con el hígado, está la ictericia, es decir, el color amarillento de la piel y de los ojos. Asimismo, podrían aparecer la acumulación de líquidos en el abdomen, la baja presión arterial, hinchazón de piernas y tobillos, temblores, debilidad, cansancio, moretones frecuentes, entre otros.
Aunque no existen fórmulas mágicas, los hábitos saludables, la alimentación balanceada y un estilo de vida consciente, son maneras sencillas de cuidar el hígado día a día. A continuación, se resaltan 10 recomendaciones:
- Mantener un esquema de vacunación al día, incluyendo las vacunas contra los diferentes tipos de hepatitis.
- Utilizar condón en las relaciones sexuales y evitar conductas de riesgo para protegerse frente a la hepatitis y otras enfermedades de transmisión sexual.
- Lavarse las manos con frecuencia y evitar compartir productos de higiene personal, como rasuradoras, cepillos de dientes, entre otros.
- Bajo ninguna razón automedicarse y evitar la exposición al uso de químicos y sustancias tóxicas.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Hacer actividad física, ya que moverse y sudar contribuye con la eliminación de toxinas.
- Evitar el consumo de alcohol.
- Mantener un peso saludable, esto ayudará a contrarrestar el hígado graso.
- Realizarse chequeos anuales. Recuerde acudir a un internista, gastroenterólogo o a un hepatólogo para que puedan revisar cómo está su hígado.
- Mantener una alimentación balanceada y evitar excederse con las harinas, frituras y azúcares.