Pocos símbolos identifican a una marca con tanta fuerza como el león de Peugeot, un felino que ha evolucionado hasta convertirse en la imagen indiscutible de la excelencia, la innovación y el estilo del sector automotor a nivel global. 

No obstante, este emblema que ha logrado superar el tiempo y las circunstancias, tuvo su origen en una industria totalmente distinta, cuando el negocio de la familia Peugeot, que para ese entonces era el acero, requería un logotipo que condensara la actividad y la fuerza que representaba, una labor que fue encomendada al orfebre Justin Blazer, quien plasmó todas sus ideas en un desafiante león apoyado sobre una flecha.

Así, el rey de la selva, muy popular en Escocia y Francia como imagen de poder y lealtad, comenzaría su camino como representante de la audacia de una marca destinada a trascender. El naciente emblema fue registrado por Émile Peugeot en 1858, sin anticipar que se convertiría en un ícono mundial de la flexibilidad, la velocidad y la resistencia de los productos de la marca.

Si bien, en un principio, el objetivo del león era ser identificado por una población que no sabía leer ni escribir, para 1872 el mítico felino ya estaba presente en todos los productos Peugeot.

Sin embargo, el primer automóvil Peugeot, el Type 2, creado en 1890, no se identificaba con la imagen del león. Fue solo hasta 1905 cuando este símbolo de poder fue incluido en un vehículo, esta vez, enmarcado por una rueda, a modo de escudo. 

En 1923 el felino recibió de parte de los escultores Marx y Baudichon, modificaciones que lo convirtieron en un diseño tridimensional para ser usado en la tapa del radiador de los vehículos Peugeot.  Este nuevo modelo que le otorgó especial importancia a la cabeza mostraba un león rugiendo, pero posteriormente se sustituyó por una a punto de saltar. Esta transformación rindió homenaje a los fans de la marca.

En la década de los treinta, el león evolucionó para adoptar una estética más minimalista en la que sus fauces quedaban abiertas y la melena se estiraba para ofrecer una imagen más refinada. El nuevo emblema se lució con gran orgullo sobre la parrilla de los modelos clásicos PEUGEOT 301, 401, y 01, manteniéndose así hasta finales de los años 40´s.

1948 marcaría un nuevo cambio al logo de la marca francesa.  En esta ocasión, el león, de color dorado,  volvería a posar sobre sus dos patas traseras en el marco de un escudo de armas.   El animal aparecía más imponente, rugiendo y con la melena al viento.

La década del sesenta traería de vuelta la cabeza del león con una estética que transmitía sin lugar a duda, fuerza y poder.  Este logo conservaba el dorado de su antecesor y se mantenía dentro del escudo negro que incluía de forma contundente la palabra Peugeot. En 1968 el león se despojó del escudo, del nombre de la marca y de la estética de realidad para darle un toque de modernidad.

En 1975 la marca sorprende con ese retorno al león heráldico de rasgos angulosos que mantenía la misma pose de perfil que sostuvo a finales de los 40, pero como una figura delineada y mucho más simple, más propia de un ícono.

Veintitrés años después el león se perfecciona adquiriendo una personalidad mucho más definida en la que el color azul comienza a hacerse visible a través de un cuadrado que hace destacar la figura del felino. El león posado sobre sus dos patas traseras y algunos cambios que le imprimieron más clase y sobriedad, se mantuvieron hasta 2010 cuando se anuncia el regreso de la emblemática cabeza que ruge con toda la fuerza de la marca.

Más dinámico y con una posición distinta, el león metálico se dota de un doble acabado mate y brillante. Con el inicio de la nueva era de electrificación de Peugeot, el animal se volvió dicroico en las versiones eléctricas e híbridas enchufables, es decir, cambiaba de color según el ángulo de la luz.

2021 determina el inicio de una nueva era, cuando la marca de automóviles más antigua del mundo reafirma su personalidad y carácter con una reinterpretación del mítico animal.  Diseñado por el Peugeot Design Lab, este nuevo emblema que evoca los leones de nuestro tiempo hace un sutil homenaje al símbolo que ostentó la marca durante la década del sesenta. Un nuevo logo que expresa lo que Peugeot hizo ayer, lo que hace hoy y lo que hará mañana para conectar al mundo con un fututo de prestigio, seguridad y permanencia.

Con el león y su nuevo universo gráfico, la marca combina la historia y la hipermodernidad con el objetivo de conquistar nuevos territorios, acelerando su apertura internacional y proyectando el savoir-faire francés.