El amor de su vida, su refugio, su consejera, su confidente, objeto de su nostalgia, eso fue para Antoine de Saint-Exupéry su madre, Marie de Saint-Exupéry. Con ella el autor de El Principito sostuvo una correspondencia sincera y profunda que revela la naturaleza sensible, solitaria y soñadora de este hombre que amaba y necesitaba escribir y volar para vivir. «Soy feliz con mi profesión, me siento agricultor de las estrellas», escribía en su novela Tierra de hombres. Amaba la soledad, la paz, el viento de las alturas. Sobre todas estas cosas, así como sobre sus penurias diarias, sus angustias más íntimas y su eterna nostalgia por el hogar de la infancia, le escribió a su madre, y nos dejó como herencia una hermosa correspondencia entre madre e hijo que duró hasta poco antes de su muerte y sumó cerca de 190 cartas.
Como homenaje a este gran escritor, Intermedio Editores publica una pequeña selección de estas cartas, que deja testimonio del amor y nostalgia de Saint-Exupéry por su madre.
Autor Antoine de Saint-Exupéry
Nació el 29 de junio de 1900 en Lyon. Fue escritor y aviador, y vivió durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y el período de entreguerras. Es el autor de El Principito, el libro más vendido y traducido a más idiomas después de la Biblia. Como piloto trabajó en las líneas de correo aéreo en Francia, África y Suramérica. En su vida y experiencias, en el aire, en el desierto y en América del Sur se inspira su obra, que es bastante extensa. Aparte de El Principito, su obra cumbre, sus novelas más conocidas son Vuelo nocturno, Correo del sur y Tierra de hombres.