Una lectura a la cercanía del adiós definitivo
En la mañana del 29 de diciembre de 2022, el poeta Jotamario Arbeláez se despertó con la noticia deque había muerto: varios medios de comunicación del país comenzaron a lamentar el fallecimiento de uno de los máximos exponentes del nadaísmo. Él, sorprendido, desmintió al aire por La W —la emisora que había dado la falsa primicia— que estaba vivo o que, al menos, así se sentía. Se había malinterpretado la broma pesada que un amigo había hecho en un post en Facebook. Sin embargo, era demasiado tarde; casi todos los medios radiales e impresos habían replicado la noticia, y el poeta pudo darse cuenta de la reacción pública desbordada a causa de la noticia del muerto que seguía vivo. Este libro recoge muchos textos que Arbeláez ha escrito sobre la muerte, a la que ha burlado en más de una ocasión, sobre la cercanía del adiós definitivo y sobre esa única certeza que nos acecha desde el primer aliento.
«Si en 1966 Violeta Parra escribió la canción “Gracias a la vida”, un año antes de su pistoletazo final, ahora Jotamario, guardando las debidas proporciones, ha recogido un gracias a la muerte con el corazón febril de su infatigable optimismo”»
Sandro Romero Rey.
AUTOR: JOTA MARIO ARBELÁEZ
Nació en la Cali de 1940 y falleció por confusión de los medios el 29 de diciembre de 2022 en la Clínica Marly de Chía. Fue uno de los fundadores, junto a Gonzalo Arango, del nadaísmo en 1958, lo que le implicó perder el bachillerato en Santa Librada, que le fue compensado años después con el honoris causa, la medalla de ilustre egresado y el bautizo con su nombre del auditorio, por donde se comenzó a derribar el claustro. Practicó tres de las cuatro profesiones principales que comienzan por P: la poesía, la publicidad y el periodismo, en las cuales ganó nombradía y billete sin necesidad de acudir a la cuarta. Ganó los premios nacionales de poesía de Oveja Negra, editorial de Gabo, en 1980, con Mi reino por este mundo; el de Colcultura, en 1985, con La casa de memoria; el del Distrito, en 1999, con El cuerpo de ella; el Premio Valera Mora de la Fundación Rómulo Gallegos, en 2008, con Paños menores. Más los Premios a la Vida y la Obra de la Universidad de Zacatecas (México), de la Academia del Buen Decir (España) y de la Gobernación del Valle del Cauca. Representó a Colombia
en cerca de treinta países, ente ellos India y China. Es el único sobreviviente de los Trece poetas nadaístas, que publicara Gonzalo Arango con sus doce discípulos en 1963. Sobrevive de milagro en La montaña mágica, en Villa de Leyva.
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