De acuerdo con reciente encuesta realizada por Gleeden, la plataforma líder en encuentros extraconyugales, acerca del uso de los juguetes sexuales en Colombia, esta resaltó la preocupación de las encuestadas en relación a los desafíos ambientales que se pueden generar debido a la creciente demanda de estos productos en el país.
En línea con lo anterior, el 75% de las usuarias que atendieron a este estudio, consideran importante promover opciones más sostenibles para este mercado, el cual está proyectado a crecer de $27.17 mil millones a $52.7 mil millones para 2026, con una expectativa de llegar a $80.7 mil millones para 2030.
Ante esta preocupación, es alentador ver cómo algunas marcas están tomando medidas para reducir su impacto ambiental, entre esas, la danesa Sinful, con su colección Ohhcean, la cual se compone de un consolador y dos vibradores, fabricados con plástico marino reciclado. Así mismo, la española Amantis, cuyo lema se ha orientado a “lo más sostenible posible”, lo que la ha llevado a que el 95% de sus productos sean veganos.
En Colombia, este mercado está creciendo en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, donde según Fenalco, se han incrementado los establecimientos que comercializan este tipo de productos, así como las compras en línea, las cuales se están orientado a estándares verdes destacándose los vibradores con materiales reutilizables, lubricantes veganos libres de parabenos y sin testeo de animales, algunos comestibles y realizados a base de agua; los juguetes 100% reciclables con energía alternativa, entre otros.
“El crecimiento del mercado de juguetes sexuales es una oportunidad para fomentar una conversación abierta sobre el impacto ambiental de estos productos y para impulsar un cambio hacia opciones más sostenibles. Gleeden continuará liderando este esfuerzo y trabajando en colaboración con marcas comprometidas con la protección del medio ambiente”, comentó Silvia Rubies, directora de comunicaciones de Gleeden en Latinoamérica