De las consecuencias más temidas de vivir una noche de desenfreno es la resaca del día después. Hay innumerables creencias que giran en torno al alcohol, como: remedios, impacto en la salud, reflejos conductuales, etc. Por eso, Laura Becerra, nutricionista adscrita a Colsanitas; y Alejandro Riaño, toxicólogo y experto en sustancias psicoactivas, explican los 5 mitos que se deben saber sobre el alcohol.
1 ¿El alcohol te hace engordar? Verdadero. Las bebidas alcohólicas hacen engordar por varias razones, dado que es un producto muy calórico, su principal ingrediente se produce a partir de plantas que contienen azúcar (remolacha, maíz y caña de azúcar) o incluye ingredientes que se pueden convertir en azúcar como el almidón de trigo. Este componente contiene 7 calorías, eso es casi tanto como un gramo de grasa y casi el doble que la glucosa, teniendo como consecuencia hinchazón abdominal.
Además, que el licor tiene un alto contenido de calorías vacías. Por ejemplo, los cócteles son particularmente altos en azúcares y desastrosos para la sangre. Según afirma Riaño, “el exceso de insulina en la sangre puede tener consecuencias adversas para la salud, incluido el aumento de peso o la diabetes”. Por eso, sin cambiar la dieta, sino simplemente eliminando el alcohol, se puede bajar de peso; Laura Becerra, menciona que: “se debe tener en cuenta que por el uso de leche condensada, jugos de frutas altos en azúcar y otros ingredientes, podría decirse que los cócteles son las bebidas alcohólicas que más contienen calorías”.
2. ¿El calor corporal es intensificado por el alcohol? Falso. La sensación de calor que da el alcohol se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos subcutáneos, como resultado, nuestro cuerpo se enfría más rápidamente, ya que, cuando ingresa al sistema circulatorio expande los pequeños vasos ubicados en la superficie de la piel lo que hace que la sangre fluya allí, la temperatura de la piel aumenta ligeramente y, por ende, nos sentimos supuestamente más calientes. Según el especialista, Alejandro Riaño: “con un consumo inicial de cualquier alcohol, ya sea vodka o cerveza, los vasos sanguíneos se expanden, y la sangre se dirige a la superficie de la piel. Como la sangre lleva el calor corporal y se aumenta el flujo sanguíneo en esa zona, se genera una sensación pasajera de calidez”.
Otro motivo por el cual se podría asumir que las bebidas alcohólicas tienen el efecto de calentar nuestro organismo es que, por el estado de embriaguez, el cuerpo pare de reaccionar al frío, probablemente ocasionando que la sangre deje de alimentar órganos vitales como el cerebro y los pulmones; por eso, después de unas horas, el frío se sentirá con más intensidad. Hay que tener igual precaución con esto último porque, aunque no es particularmente perjudicial, si la persona se encuentra expuesta a temperaturas muy bajas y es probable que los síntomas de una hipotermia se manifiesten con mayor velocidad.
3. ¿Una copa de vino al día beneficia mi salud? Falso. La creencia de que existen beneficios en el consumo diario del alcohol es totalmente inexistente. Hay trabajos científicos que dicen que el alcohol, incluso en dosis relativamente bajas, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de seno en las mujeres, enfermedades cardiovasculares y hepáticas. Además, los posibles beneficios del alcohol sobre la salud a dosis bajas no solo no han sido claramente probados, sino que el alcohol tiene más efectos negativos.
“Pese a que el vino tinto contiene resveratrol, una sustancia que se encuentra en la piel de las uvas y que se conoce por sus efectos anticancerígenos y antiinflamatorios, sigue siendo muy complejo saber, científicamente hablando, hasta qué punto esos beneficios se pierden por el alcohol etílico, que es tóxico en cualquier concentración por mínima que sea” afirma Becerra. Por tanto, el consumo del alcohol está asociado con un posible riesgo y, por ende, no se debe de recomendar ingerirlo por motivos de salud.
4. ¿El vino genera resaca? Parcialmente falso. Existen algunas sustancias llamadas congéneres, donde el vino ocupa el primer puesto en esta categoría y que sí pueden aumentar la resaca por su nivel de toxicidad. El brandy, ron, tequila que tienen un sabor más pronunciado, tienen más congéneres que vendría a ser un producto que se da después de la fermentación de las frutas y cereales y que se acentúan más en bebidas oscuras.
Esta última creencia ha dado paso a otra falsa afirmación: mezclar bebidas empeora la resacada. No hay evidencia de los efectos negativos de las mezclas de alcohol en el cuerpo. Algunos los toleran muy bien, otros no tanto.
5. ¿El deporte elimina el exceso de alcohol? Falso. El deporte del día después de la noche elimina los excesos, así como los abdominales permiten apuntar a la pérdida de grasa alrededor del vientre, ya que, si bien es cierto que una parte del alcohol se elimina a través del sudor y la respiración, la embriaguez sucede cuando el alcohol está en la sangre, y no cuando ya ha sido metabolizado por el hígado y se encuentra listo para salir.
Otro motivo es la genética o la edad, todo esto se debe a una enzima llamada alcohol-deshidrogenasa liberada por el hígado que degrada el químico que contiene las bebidas alcohólicas. Algunos, al consumir más frecuentemente alcohol o sencillamente al producir en mayor cantidad esta enzima, tienen la posibilidad de emborracharse menos. Adicionalmente, la velocidad de embriaguez depende si tienes el hígado joven. Además, el sexo también cuenta pues las mujeres suelen alcoholizarse más rápido que los hombres por diferencias fisiológicas y la masa corporal.