Un homicida sádico y enmascarado mantiene a Finney, un niño de 13 años, secuestrado en un sótano incomunicado. A través de un teléfono averiado que hay en la pared, Finney se comunica con otras víctimas del criminal, quienes quieren ayudarlo.
El teléfono está muerto. Y está sonando. El director Scott Derrickson regresa a sus raíces del terror y se asocia nuevamente con la marca más importante del género, Blumhouse, con una nueva entrega de thriller de terror.