Tras varios siglos en los que el ciclo menstrual permaneció como un asunto privado y plagado de estigmas, los avances en el entendimiento sobre la menstruación en las últimas décadas han hecho que el tema deje ser un tabú para muchas mujeres, y la ciencia ha descubierto algunas de sus implicaciones en múltiples aspectos de sus vidas diarias, tales como la salud mental. 

Así es. Debido a los cambios hormonales del ciclo menstrual, al menos 25% de las mujeres sufren de Síndrome Premenstrual (SPM), un grupo de síntomas que empiezan antes de la menstruación y que incluyen irritabilidad, cambios de humor, inflamación en los senos, acné, dolor de cabeza y síntomas de ansiedad y depresión.

Del Síndrome Premenstrual al Trastorno Disfórico Premenstrual

Pero el Síndrome Premenstrual no es la única condición relacionada con la menstruación Luego de siglos en los que algunas mujeres no tenían una explicación médica para sus cambios de ánimo drásticos en los días previos a la menstruación, desde 2013 se encuentra descrito el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) como una enfermedad de salud mental que afecta hasta 1 de cada 20 mujeres y se caracteriza por síntomas mucho más agresivos que pueden interrumpir la vida diaria, dañar las relaciones familiares y sociales, afectar una vida funcional y, en casos más severos, tener implicaciones en la vida misma de la mujer y de sus seres queridos.

Dado el gran desconocimiento sobre esta enfermedad, se hace difícil un diagnóstico oportuno y un tratamiento acertado. De hecho, algunas mujeres cuentan que con estos síntomas les han diagnosticado bipolaridad, depresión o ansiedad, antes de entender su condición y comenzar un tratamiento adecuado para el TDPM

Ante este panorama GSK se une, en el marco del Día Internacional de la Mujer, para hablar #SinEstigmas del Trastorno Disfórico Premenstrual. Esta enfermedad “silenciosa” y muy poco conocida puede ser incapacitante, y por ello requiere un diagnóstico personalizado y un tratamiento que les brinde a las mujeres bienestar y una mejor calidad de vida. 

¿Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual?

El TDPM es una enfermedad que genera cambios drásticos en el ánimo, deterioro de las relaciones interpersonales, bajo rendimiento en el trabajo y sentimientos de incapacidad para afrontar la cotidianidad. Los principales síntomas de esta condición son cuadros de depresión o de ansiedad, y pueden estar acompañados de otras comorbilidades como anemia, migraña, endometriosis e hipotiroidismo.  

Todos los seres humanos tienen afecciones en el ánimo, sufrimiento, desesperanza, estrés, ansiedad leve o tristeza en algún momento de sus vidas. Sin embargo, las mujeres con TDPM empiezan a sentir estos síntomas de manera grave e incapacitante desde su ovulación, y terminan poco después de finalizar el ciclo menstrual. Otras condiciones como la depresión o la ansiedad pueden empeorar durante esta misma fase, pero se distinguen del TDPM porque persisten durante todo el ciclo.

¿Cómo diagnosticar el Trastorno Disfórico Premenstrual?

La forma más común de diagnosticar el Trastorno Disfórico Premenstrual es a través de un seguimiento diario del ciclo menstrual (1). Sin embargo, cuando estos síntomas aparecen en esta fase del ciclo, o al menos se tienen sospechas de TDPM, se recomienda consultar inmediatamente un especialista, sea ginecólogo o psiquiatra, para realizar un diagnóstico adecuado y acceder a una terapia que controle los síntomas y mejore la calidad de vida

¿Cómo controlar el Trastorno Disfórico Premenstrual?

El primer paso para controlar el TDPM es consultar a un experto en salud mental que elabore un diagnóstico correcto de la condición, diseñe una terapia personalizada y realice el acompañamiento psicológico o psiquiátrico. 

La primera línea del tratamiento, según los expertos, es hacer todo lo que una persona haría para mantenerse saludable: planear una rutina de ejercicio regular, dormir bien, o tener una alimentación balanceada puede ayudar a reducir los síntomas y a mejorar la calidad de vida. Además, en algunos casos, los médicos recomiendan terapias farmacológicas que pueden aliviar los síntomas junto con intervención psicoterapéutica.

“Además de los síntomas premenstruales y del Trastorno Disfórico Premenstrual, la ciencia estima que, en general, el riesgo de depresión es dos veces mayor en mujeres que en hombres, y por eso su tratamiento de salud mental debe tener en cuenta sus particularidades. Si estás leyendo esto pregúntate si tú o alguien de tu entorno puede estar sufriendo de TPDM y háblalo sin miedo y sin estigmas. En GSK celebramos que se sigan derribando mitos y luchando contra los tabúes relacionados con la salud mental de la mujer”, GSK Colombia.