El mieloma múltiple (MM) es uno de los cánceres hematológicos más frecuentes en el mundo, y más del 60% de los diagnósticos ocurren en adultos mayores de 65 años, puntualmente en Latinoamérica, aproximadamente 35.000 personas viven con esta enfermedad. La detección tardía y las frecuentes recurrencias de la enfermedad son un desafío, pero los avances en terapias innovadoras ofrecen nuevas perspectivas para la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes.

En el marco del Mes de Acción Contra el Mieloma Múltiple, es crítico resaltar que el diagnóstico temprano es fundamental, ya que los síntomas iniciales suelen confundirse con otras condiciones, como dolor de espalda, fatiga o anemia. Esta similitud hace que muchos pacientes sean diagnosticados tardíamente, cuando la enfermedad ya está avanzada. «Para una detección e intervención oportuna de la enfermedad, es importante que cualquier profesional de la salud pueda reconocer señales como dolor óseo persistente, fracturas sin causa aparente, infecciones recurrentes e insuficiencia renal sin una explicación clara. Entre más temprano se haga la remisión a un especialista y se intervenga la enfermedad, mejores serán los resultados», explica Ana María Bravo, Directora de Asuntos Médicos de Johnson & Johnson Innovative Medicine en Latinoamérica Norte

El mieloma múltiple presenta una alta tasa de recurrencia y resistencia a tratamientos. «Estamos hablando de una enfermedad en la que la mayoría de los pacientes enfrentará recaídas y refractariedad (cuando ya no responden a los tratamientos). Por eso, desarrollar terapias innovadoras y más efectivas, con el objetivo de aumentar nuestra capacidad terapéutica, es fundamental en el camino de quienes viven con la enfermedad», refuerza la doctora Ana María Bravo.

En este sentido, la evolución de las opciones de tratamiento para el mieloma múltiple ha transformado la realidad de los pacientes. Las terapias avanzadas como los anticuerpos monoclonales ofrecen enfoques más personalizados, con respuestas más efectivas y con menos efectos secundarios.

Los anticuerpos monoclonales continúan siendo una alternativa clave en el tratamiento del MM, especialmente en combinación con otras terapias. Estos anticuerpos son proteínas diseñadas para reconocer y atacar células específicas del mieloma, ayudando al sistema inmunológico a eliminarlas de manera más efectiva. Se ha demostrado que estas terapias mejoran las tasas de respuesta y proporcionan una mejoría en el tiempo de vida sin que progrese la enfermedad, permitiendo un control más efectivo de la misma.

El MM sigue siendo un desafío, pero los avances en el diagnóstico precoz y en las terapias innovadoras están mejorando la vida de los pacientes. «La detección temprana es crucial para el éxito del tratamiento, los anticuerpos monoclonales ofrecen nuevas opciones con resultados prometedores, proporcionando respuestas duraderas y menos efectos secundarios», concluye la doctora Ana María Bravo.