Este sábado 16 de marzo, a las 8:00 de la noche, llega a la pantalla de Señal Colombia la tercera temporada de ‘Aislados’, la serie documental de RTVC y Buenavida Films que nos lleva a las entrañas de siete hermosos, pero aislados, lugares de la geografía colombiana. 

La Chorrera en el Amazonas; Buenavista en Magdalena, Puerto López en La Guajira, Sunape y Cumaribo en Vichada, Nabusimake en Cesar y Pialapí Pueblo Viejo en Nariño, son los nuevos destinos de Aislados, la producción que durante tres temporadas ha llevado al televidente a los más hermosos, desconocidos, inexplorados y recónditos lugares.

La serie, que en esta nueva entrega cuenta con siete capítulos, tiene como anfitriones a los nativos de cada región, quienes en primera persona narran la historia de esos pueblos o asentamientos que parecen sacados de la imaginación ya sea por su belleza, por su imponencia o por lo absurdo que resulta su supervivencia.

Aislados es una producción de altísimo nivel que combina la fotografía terrestre, acuática y aérea; la música, el sonido directo y una edición que en episodios de media hora permite conocer las costumbres y problemáticas de las zonas, aunque muchas veces sus protagonistas consideran que quienes están en desventaja frente a la vida son los habitantes de las grandes ciudades. 

“Este territorio es el pulmón del mundo… los países tienen carros y tecnologías de último nivel, pero a su alrededor no hay árboles, todo es artificial, por eso nos están mirando, porque somos nosotros los indígenas de este rincón del mundo quienes estamos salvando vidas y manteniendo esta gran naturaleza”, afirma el líder comunitario Israel Fajardo, en el capítulo de La Chorrera.

Por su parte, Manuela Guerrero, una mujer de 85 años que vive en Buenavista, un pueblo palafítico asentado en el corazón de la Ciénaga Grande de Santa Marta deja saber que es feliz en ese lugar al que la luz llegó en 1999, pero el servicio de agua potable nunca lo hizo. “Soy comadrona, curandera y funeraria, porque también me encargo de arreglar a los muertos”.

“El mayor reto de esta producción siempre ha sido poder entrar a estos territorios, ya sea por su situación geográfica, política o de seguridad, que nos pone al vilo de una aventura en la que todo puede pasar. Están aislados de la realidad del resto del país, es otro universo donde la lucha por sobrevivir es el detonante de cada capítulo”, asegura el director Óscar Jiménez.

Cada uno de los lugares al que llegó el equipo de producción, del que también hacen parte los directores de fotografía Liberman Arango y Charly García, el sonidista Diego Armando Izquierdo y los productores Marcela Cabanzo y Jonathan Restrepo, tiene magia, tanta que arribar a cada uno de ellos hacía olvidar los 400 kilos que debían transportar entre equipos, ropa, alimentos y hasta planta de energía.