Una de las dietas más reconocidas en el mundo es la cetogénica o también llamada dieta keto, la cual tiene como principal objetivo desarrollar una fuente de energía similar a los carbohidratos que trabajaría con la grasa almacenada en el hígado.
Aunque ‘ser keto’ parece una moda reciente, han pasado 100 años desde que el médico norteamericano, Rollin Woodyatt, descubrió que los cuerpos cetónicos —acetona, acetoacetato y ácido hidroxibutírico— aparecen luego de un ayuno prolongado o por cuenta de una dieta que contiene una proporción muy baja de carbohidratos y muy alta en grasa.
“En realidad, aunque tiene múltiples variaciones, es una dieta principalmente alta en grasas de todo tipo: mantequilla, aceites, grasas de origen animal, frutos secos, aguacate, derivados del coco, entre otras. Esta, además, se basa en que el consumo debe ser de un gramo de proteína por cada kilogramo de peso, así como de 10 a 15 gramos de carbohidratos y el resto de las calorías deben consumirse en forma de grasa”, explica la doctora Luisa Fernanda Becerra, nutricionista-dietista adscrita a Colsanitas.
Este tipo de planes alimenticios es utilizado como tratamiento para personas con obesidad y sobrepeso, adicionalmente, algunos pacientes que son candidatos a cirugía bariátrica la aplican para promover una pérdida de peso rápida y disminuir el tamaño del hígado en la primera etapa, la preoperatoria. Antiguamente fue un tratamiento que se utilizaba para controlar las epilepsias resistentes a los fármacos.
Becerra comenta los cinco datos más relevantes que debe tener en cuenta con esta dieta:
- intente que su dieta esté basada principalmente en proteínas como la carne de res, cerdo, pollo, salmón, algunos aceites como el de oliva y coco, mantequillas, quesos, leche entera. La crema de leche, las nueces y semillas: almendras, maní, marañones y semillas de chía son una buena opción. No olvide siempre incluir una grasa saludable como el aguacate y consuma frutas como el coco, fresas, arándanos, aceitunas y limón.
- : elimine los carbohidratos como el arroz, la avena, la pasta, legumbres y bebidas azucaradas. Evite algunas frutas como el banano, mango, uvas y verduras como la papa y yuca, las salsas, harinas refinadas y los condimentos.
- sí, está demostrado que funciona para el control de algunas enfermedades, esto se da gracias a los cambios que se producen en el metabolismo energético; sin embargo, no todas las personas son aptas para aventurarse con este tipo de alimentación, ni tampoco es un plan nutricional que deban seguir los individuos en el largo plazo.
- las mujeres embarazadas y en lactancia no deben probar esta dieta, tampoco los pacientes que padezcan diabetes ya que pueden presentar episodios frecuentes de hipoglucemia. Evite esta dieta si usted es un paciente que tengan trastornos de la conducta alimentaria, trastornos mentales, abuso de alcohol y otras sustancias, insuficiencia hepática y renal.
- sí, esta dieta debe ser recomendada únicamente por un especialista en nutrición ya que debe darle un plan donde pueda tener total hidratación ya que el inicio se producirá más orina lo cual puede producir deshidratación. Adicionalmente, debe tener cuidado con algunos síntomas gastrointestinales asociados con el estreñimiento y alterar los niveles de colesterol y ácido úrico. Recuerde que los tiempos de esta dieta son máximo de un año, así evita tener contraindicaciones futuras.