Cuando se habla de las mujeres que ejercen el oficio más antiguo de la humanidad, la prostitución, se piensa solo en lo que hacen con sus cuerpos, pero donde quedan sus sentimientos. Son mujeres que tienen familia y que en su entorno pueden ser, inclusive, el sostén económico de muchos-

¿Qué pasa con ellas? cuando los años pasan,  los clientes ya no están y el tiempo ya está en su contra; pues en esta historia la protagonista Rosa, está viviendo ese momento, casi que aislada en una buhardilla,  a la espera de una llamada , de un posible cliente, recordando sus años dorados y  en compañía de su amigo “JESUCRISTO” si , un cristo de tamaño natural, que por azar del destino termina al igual que ella en un sitio que representa la oscuridad y el final de  sus tiempos, pero que  por las vueltas del destino será recuperado por sus “dueños” poniendo de manifiesto la doble moral de la sociedad y de la religión, pues para ellos cristo no debería estar al lado de una mujer como ella, aunque ella este demostrando con sus actos más humanidad y generosidad que quienes la juzgan y no estuvieron ni están para darle una mano o cuidarla, así como ella hace con  “CRISTO”.

Rosa no es solo una prostituta, es uno de los tantos seres inconscientes que son aplastados por los “buenos”. Esta puesta en escena es una crítica a la doble moral, exponiendo hechos y situaciones que enfrentan al público con la realidad

Protagonizada por María Cristina Gálvez, escrita por José Luis Martín Descalzo sacerdote, periodista y escritor español.

En el Teatro Santafé Calle 57 No 17-13

Las funciones son todos sábados a las 8:00 de la noche.