Pablus Gallinazo nos comparte la experiencia de su encierro voluntario mientras gran parte de la población intenta acostumbrarse a este nuevo modo de vida, que se exige por la propagación de la pandemia. Para Pablus es algo normal, él ya se había acostumbrado a salir solo una vez a la semana para lo muy necesario, su casa es ese espacio donde se permite vivir lo que más le interesa; desde ahí́ escribe una novela y ahora trabaja con su esposa y la sinfónica de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en los arreglos de varias de sus canciones que pretenden preservar su legado y dar a conocer a otras generaciones uno de los artistas más importantes que ha tenido el departamento de Santander.
Sin lugar a duda uno de los más célebres intérpretes de música protesta x de Colombia fue el poeta, narrador y cantautor Gonzalo Navas Cadena popularizado bajo el seudónimo de “Pablus Gallinazo”. Sus canciones con mensaje se intensifican en himno de la juventud inconforme y de las víctimas de la iniquidad social. Con música casi hablada, letras influenciadas por la poesía, los movimientos sociales de los sesenta en Colombia y homenajes al amor, a la vida, a la risa, Pablus Gallinazo se convirtió en la voz cantante del Nadaísmo, desde la década del 60 e hizo parte de ese movimiento poético, al que se integró luego de ganar el Premio Nadaísta de Novela con su obra “La Pequeña Hermana”.
Compuso varios temas como: «Mula Revolucionaria», «Sol En El Andén», «Cinco Balas», «Cómo Confiar En La Paz», «Feliciano El Triste», “Una Ciudad Llamada Pablus”, “Hay Un Niño En La Calle y Un Diamante En Un Baile”, “Claro De Luna”, “Le Adiviné La Suerte Al Mundo”, “Sentido De Corrompido” y, por supuesto, su clásico «Una Flor Para Mascar», que hoy cuenta con diferentes versiones en todos los ritmos, luego de haber ganado con ella el primer lugar del Festival Internacional de la Canción en 1971, en Bogotá, puesta a participar en voz del chileno Carlos Contreras.
Hoy, Pablus Gallinazo disfruta de la vida en familia en su finca de retiro, cerca de Bucaramanga, junto a su actual esposa, Tita Pulido, con quien coescribió «El Libro De Los Amados». Este icono de la música con su poesía ha logrado cautivar a más de uno e incluso ha inspirado a diferentes cantautores del país, por lo que su impacto musical es más relevante de lo que muchos imaginan.
Con 80 años y 60 de carrera artística, Pablus Gallinazo es un referente con el que podemos construir cultura y no empezar desde cero, su importancia en la historia del arte de nuestro país debe quedar plasmada y que mejor que en una pieza audiovisual. La idea de retratar la historia de Gallinazo nace del guionista y productor Dago García y del empresario Gustavo Gómez, quienes emprenden la búsqueda de un director para darle inicio al proyecto. Alberto Gómez Peña toma las riendas de la dirección y la redacción del guion del documental.
“Este documental narra la intimidad del literato al permitir que las cámaras entren a su hogar, con el fin de registrar su vida más allá de la música y su imagen pública tras 60 años de actividad artística. Su papel como padre y como esposo es lo que dan humanidad y valor agregado de este tributo”, afirmó el director Alberto Gómez Peña.
Los escenarios escogidos fueron su hogar, muy fotogénico, al igual que su parcela en Lebrija, la Casa del Libro Total y las calles de Bucaramanga y Piedecuesta. Una historia contada por su protagonista el propio Pablus y su esposa Tita Pulido, con la participación de su hijo Eneas Navas y de personajes como: Carlos Vives, Edson Velandia y Andrea Echeverry, quienes vieron en Gallinazo una inspiración artística y cultural.
Este recorrido termina con la presentación de un proyecto naciente con la intención de mostrar a las nuevas generaciones el legado de Pablus con la reinterpretación de su tema emblemático “Una Flor para Mascar” y un videoclip con toda la esencia de Gallinazo a cargo de Andrea Echeverry y Edson Velandia. “Escribí canciones para ver si algo cambió, pero no ha cambiado nada” , frase tomada del documental y expresada por Pablus.
Adolfo Hernández, actual docente de música de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, es el director de esta nueva versión, con la instrumentación de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. En algunos momentos escuchamos unos acordes interpretados por su esposa Tita y su hijo Eneas Navas.