La leche y sus derivados han hecho parte de nuestra dieta desde que se domesticó la vaca varios milenios atrás, incluso algunos académicos la sitúan hace unos 10.000 años y aunque hace algunos años solo encontrábamos la tradicional leche entera, ahora en el mercado son muchas las opciones que podemos encontrar que se adecuan a las necesidades y estilo de vida de cada persona: sabor original y de fácil digestión.

La tendencia mundial del consumo indica que cada vez serán más las personas que consuman productos bajos en grasa, que aportan los mismos valores nutricionales que la leche entera original y que cuentan con gran sabor. Hoy el 63% de hogares colombianos consume leche entera y tan solo un 35% semidescremada

Es por esto que compartimos en este artículo los beneficios de cada tipo de leche de vaca para que puedas elegir la más adecuada a ti y tu familia:

LECHE ENTERA:

Es la que todos conocemos desde que somos muy pequeños. Es una de las fuentes principales de proteínas de alta calidad y calcio. Esta leche es ideal para aquellas personas que disfrutan del sabor original de la leche y toda su cremosidad, que son mayores de un año y que no son intolerantes a la lactosa y que no deban reducir su ingesta de grasa. Es una fuente de proteína que ayuda a la construcción de la masa muscular y es rica en calcio que ayuda al mantenimiento de los huesos. Esta leche es perfecta para los niños que están en crecimiento gracias a su aporte nutricional, y para jóvenes y adultos que toleran la lactosa para que así puedan seguir disfrutando de un alimento de gran valor nutricional.

LECHE REDUCIDA EN GRASA O BALANCE:

Es aquella en la que se elimina parcialmente el contenido graso. Esta leche es recomendada para aquellas personas que deben disminuir el consumo de grasas saturadas (de origen animal) y para aquellas que desean ahorrar calorías por encontrarse en una dieta para reducción de peso. Así, las personas cuidan su ingesta de grasa, sin perder el rico sabor de la leche original y las propiedades nutricionales de la leche.

LECHE 0% GRASA:

La leche descremada es ideal para las personas que cuidan su alimentación sin dejar de comer delicioso; se elimina el mayor porcentaje de grasa pero se conservan todas sus propiedades y beneficios para quienes la consumen. Se complementa muy bien con las dietas balanceadas y es una buena fuente de proteína.

LECHE  DESLACTOSADA BAJA EN GRASA O 0% GRASA:

Esta leche es perfecta para las personas intolerantes a la lactosa que quieren seguir disfrutando de un sabor delicioso y sin perder ningún valor nutricional, ya que durante su procesamiento se le adiciona la enzima natural (lactasa) que permite la pre-digestión del azúcar natural de la leche, evitando la aparición de síntomas de intolerancia.

Esta leche, al igual que las demás, sigue siendo una fuente de nutrientes, calcio y proteínas, pero da la opción a cada persona de elegir una con un mayor o menor porcentaje de grasa..

En el mercado ya existen muchas opciones que se adecuan a los gustos y necesidades de los consumidores, lo que hace aún más fácil elegir una leche según los objetivos de la persona, requerimientos o incluso estilos de vida. Estamos en un momento donde debemos aprovechar los diferentes productos que continúan siendo de alto valor nutricional y naturalmente saludables ” argumentó la nutricionista Lilia Yadira Cortés.