El virus papiloma humano (VPH) es una infección de transmisión sexual (ITS) que se contagia, ya sea por una relación sexual vaginal, anal u oral, o por contacto piel a piel y que, además, puede producir cáncer de cuello uterino. Aunque no existe un medicamento que pueda controlar el VPH (pues únicamente existen fármacos tópicos y procedimientos quirúrgicos para pacientes que ya presentan enfermedad precancerosa o cáncer derivado) el virus puede prevenirse de manera efectiva por medio de la vacunación.
Precisamente, la vacunación en Colombia contra el VPH para niñas y adolescentes entre los 9 y 17 años está incluida en el Plan Ampliado de Inmunizaciones (PAI). El esquema se aplica en dos fases: la primera dosis a temprana edad y, la segunda como refuerzo a los 6. Para quienes presentan inmunocompromiso por enfermedades autoinmunes o inmunosupresión, se les recomienda un esquema de tres dosis: primera, en la fecha que elijan; segunda, dos meses después; y, tercera, seis meses después de la primera. Se hace de esta manera porque la respuesta inmunológica puede estar alterada.
“Con el inicio de las relaciones sexuales a edades tempranas, aumenta la exposición al Virus del Papiloma Humano, lo que acelera la aparición de cánceres de cuello uterino, vulva, vagina, ano y orofaringe. El porcentaje de personas sexualmente activas que cuentan con su respectiva vacuna, tienen menor probabilidad de desarrollar lesiones, sufrir de cáncer relacionado o morir por esta causa”, comenta Fernando José Monsalvo, médico ginecólogo y obstetra, jefe del departamento de ginecología de EPS Sanitas y docente de Unisanitas.
Fomentar el conocimiento sobre el VPH en niñas, adolescentes y padres de familia es esencial para lograr que se tomen decisiones adecuadas con respecto a la vacunación y, de esta manera, prevenir una enfermedad que puede ser mortal, como es el cáncer. Para ello, a continuación, el doctor Monsalvo, responde cinco preguntas sobre este virus.
- ¿Qué tan común es la infección por VPH en las niñas?
Se estima que la prevalencia de la infección por VPH es superior al 70% e, incluso, puede llegar a ser del 80% en la población de mujeres jóvenes y adolescentes. Con el inicio de las relaciones sexuales a edades más tempranas, la exposición al VPH en el tiempo es más prolongada, lo que favorece la aparición de cánceres.
- ¿Cómo se puede prevenir el VPH?
El control que se debe tener siempre debe ir encaminado, en primer lugar, a la vacunación. Asimismo, se deben evitar los múltiples compañeros sexuales para no propagar el virus y hacer uso de condones, los cuales sirven para disminuir la posibilidad de transmisión.
Ya en caso de haber contraído VPH, se debe pasar a un esquema de tamización que permitirá identificar de forma temprana el virus y, así, intervenir para evitar el desarrollo de una enfermedad invasiva y acudir a un tratamiento cancerígeno.
- ¿La vacuna de VPH tiene efectos secundarios?
Los efectos que se estudian con cualquier vacuna se dividen en mayores y menores. Para el caso de la vacuna de VPH no se ha encontrado evidencia que establezca alguna situación mayor. En cuanto a efectos menores, como dolor localizado, dolor de cabeza, entre otros, sí se ha establecido una relación, pero se considera transitoria y sin secuelas permanentes. Por ello, esta vacuna es segura.
- ¿El VPH deja alguna consecuencia a corto plazo?
El clearence viral es la forma en la que el sistema inmune de las mujeres depura el VPH; esto lo logran el 80% de las personas que adquieren la infección. A corto plazo, el virus no produce síntomas, lo grave llega a largo plazo, con posibilidad de que se generen cambios en el epitelio del cuello uterino, vagina, vulva, ano y orofaringe, que puedan terminar en cáncer de estas estructuras.
- ¿Cuáles son los primeros síntomas para identificar la infección?
Hasta el momento se han identificado más de 150 tipos de VPH. Estos se clasifican como de alto o bajo riesgo de desarrollo de cáncer. En cuanto a síntomas, algunas personas desarrollan verrugas por ciertas infecciones de VPH de bajo riesgo, pero aquellos de alto riesgo pueden producir síntomas si la infección causa cambios en las células, generando enfermedad. Si estos cambios celulares se convierten en cáncer, los síntomas dependerán de la parte del cuerpo afectada. Por ejemplo, para cáncer ginecológico, se podrían presentar descargas vaginales, fetidez, sangrado con la relación sexual, dolor pélvico, sensación de masa, entre otros. Además, es importante tener en cuenta que el VPH genera lesiones en el útero, lo que puede afectar el proceso futuro de aquellas mujeres que deseen ser madres