La Fórmula 1 es uno de los deportes que por tradición ha sido protagonizado generalmente por hombres. Sin embargo, las mujeres ganan cada día más terreno en este escenario y a su vez, son fuente de inspiración para futuras generaciones. Una competición que, además, cuenta con el apoyo de marcas patrocinadoras como Heineken que se unen para celebrar junto a ellas, sus memorables victorias.
De acuerdo con Ricardo Soler, periodista deportivo, “el automovilismo femenino pasa por un momento excepcional a nivel nacional y global. Contamos con la colombiana Tatiana Calderón, una piloto extraordinaria que ha dedicado toda su vida con el mayor profesionalismo y está lista para competir en la F1. Valeria Vargas, campeona suramericana de karts ya está en la mira de la FIA, contamos con 15 mujeres participando en el TC 2000, incluyendo una mujer de 21 años que está en el Top 10 de la clasificación general y segunda en las divisiones novatas del año. Así mismo, celebramos cada año la Carrera de la Mujer en el autódromo de Tocancipá con fines benéficos, hay un equipo femenino corriendo en el FIA WEC en el Mundial de Endurance que incluye las 24 horas de Le Mans y la reciente creación de la W Series, campeonato exclusivamente para mujeres. Una muestra de que no solo hay cantidad, sino calidad”.
La F1 es un deporte que exige un estado físico y mental óptimo para maniobrar con eficiencia un vehículo a gran velocidad. Desafiar la fuerza de gravedad, centrífugas y centrípetas, de aceleración y desaceleración, entre otras, son habilidades que las mujeres han sabido controlar con destreza en sus bólidos para demostrar que están a la altura en un escenario que se compite a más de 250 km/h.
Han pasado 29 años desde que una mujer corrió en la máxima categoría del automovilismo y en 71 años de historia del campeonato, solo cinco lograron participar en carreras oficiales: las italianas Maria Teresa de Filippis (1958-1959), Lella Lombardi (1974-1976) y Giovanna Amati (1992), la británica Divina Galica de (1976-1978) y la sudafricana Desiré Wilson en 1980.
El automovilismo, más que carreras, son eventos globales que abren una ventana de oportunidades para que las marcas se conecten con los fans y consumidores. En ese sentido, Heineken confirma su patrocinio a la W Series, destacando no solo la asociación de la marca con el Motor Sport, sino con campañas de consumo responsable asociadas al automovilismo.
“Heineken se ha distinguido por crear momentos de emoción y celebración en el mundo deportivo y estas alianzas, brindan ocasiones llenas de acción para que los fans compartan y celebren la amplitud del talento inclusivo en estos escenarios», explicó Andrés Victoria Peláez, vicepresidente de mercadeo de Central Cervecera de Colombia.