El descubrimiento del cuerpo de un joven asesinado brutalmente en una casa flotante de Londres desencadena sospechas sobre tres mujeres. Laura es la chica conflictiva que quedó con la víctima la noche en que murió; Carla, aún de luto por la muerte de un familiar, es la tía del joven, y Miriam es la indiscreta vecina que oculta información sobre el caso a la policía. Tres mujeres que no se conocen, pero que tienen distintas conexiones con la víctima. Tres mujeres que, por diferentes razones, viven con resentimiento y que, consciente o inconscientemente, esperan el momento de reparar el daño que se les ha hecho.
“Esta historia se empezó a gestar el otoño de 2017, había acabado la promoción de Escrito en el agua y necesitaba emprender algo nuevo. Empecé a escribir a principios de 2018; le daba vueltas y vueltas al inicio, pero nada me acaba de convencer. Lo dejé y lo retomé con algo totalmente distinto. Lo que a mí se me da bien es partir de la construcción de los personajes. Porque de ahí luego surge el resto. Un día escribí un cuento sobre dos mujeres: una chica joven, Laura, cuya vida está totalmente desestructurada y que a duras penas se las arregla para subsistir, e Irene, una anciana sola y en la recta final de su vida. Ese relato inicial y el encuentro casual entre ambas acabaría siendo uno de los elementos principales de A fuego lento”
“Vivo cerca del Regent’s Canal, un lugar muy típicamente londinense, poco frecuentado por los turistas y de arquitectura muy tradicional. Me encanta salir a pasear cerca del canal y fijarme en la gente. No sé si solo me pasa a mí, igual sí, pero cuando paseo, suelo buscar sitios que podrían ser buenas opciones si uno quisiera deshacerse de un cadáver, y entonces, un día reparé en que, si bien la mayoría de las barcazas reconvertidas en viviendas que hay en el canal están maravillosamente mantenidas y está claro que reciben muchos cuidados, otras parecen haber sido abandonadas e incluso hay algunas parcialmente sumergidas; y caí asimismo en la cuenta de que, si a alguien se le ocurriera esconder un cadáver en una de estas, podrían pasar días, incluso semanas, sin que nadie lo descubriera… Aquí comenzó todo.”
Cuando la pandemia llegó, ya tenía claro lo que quería escribir, sabía qué giros quería darle, conocía las tramas y subtramas, a los protagonistas, los escenarios, todo; solo faltaba sentarme a hilarlo todo, en definitiva, a escribir. Y así fue, corría, leía, escribía. A fuego lento nació y se gestó en el confinamiento. Lo que siempre me cuesta más es el final, y aquí me pasó lo mismo porque siempre me hago una pregunta: ¿acaba el lector leyendo lo que espera?, ¿lo que se merece? Espero que en esta novela la respuesta a ambas preguntas sea afirmativa.
AUTORA: PAULA HAWKINS
trabajó como periodista más de quince años antes de pasarse a la ficción. Nacida y criada en Zimbabue, se mudó a Londres en 1989 y vive allí desde entonces. Su nombre dio la vuelta al mundo cuando publicó La chica del tren y se consolidó después con Escrito en el agua. Durante años sus libros han estado en las listas de los libros más populares de todo el mundo, con más de 27 millones de ejemplares vendidos en más de 50 países. Paula Hawkins se ha convertido en uno de los mayores fenómenos editoriales de la última década. A fuego lento es su tercera novela.