En el mundo, el control de la diabetes representa grandes desafíos de los cuales Colombia no es ajena. Actualmente se estima que más de 1.4 millones de personas viven con diabetes mellitus en el país, una condición que se produce cuando el páncreas no puede generar la cantidad de insulina suficiente o cuando esta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo.
En el caso de Colombia, cerca del 3% de la población ha sido diagnosticada con esta patología y se estiman aproximadamente 17.000 muertes asociadas a la diabetes. Además, de las 1.4 millones de personas con diabetes identificadas en el sistema de salud colombiano, sólo el 56% recibió oportunamente el control de Hemoglobina glicosilada (HbA1c en los últimos 6 meses) y de ellos el 51% mostró control (HbA1c >7%).
Ante este panorama, la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE) y el Hospital Universitario San Ignacio desarrollaron dos consensos de expertos basados en evidencia, resaltando la importancia del monitoreo y control para el adecuado manejo de pacientes, tanto niños como adultos, que viven con diabetes.
La realización de estos consensos juega un papel importante en el país para la unificación de indicadores y beneficios a lograr en la práctica médica. Adicional a esto, el consenso de la tecnología de Monitoreo Flash de Glucosa permite brindar una guía para precisar el control metabólico y minimizar los eventos agudos como la hipoglucemia en pacientes diagnosticados con diabetes Tipo 1 y Tipo 2.
“En la práctica cotidiana del total de pacientes atendidos que presentan descontrol metabólico e hipoglucemias, 70% son Tipo 2. De los pacientes Tipo 1, entre el 20% y el 30% están en metas metabólicas y el 70% sufre al menos una hipoglucemia severa al año”, según afirmó la Doctora Ana María Gómez, especialista en Endocrinología con énfasis en el manejo de la diabetes.
Desde el 2012, existe en el país una guía para el manejo de pacientes que viven con diabetes. Estos nuevos consensos aparecen como una oportunidad desde la perspectiva médica para actualizar estas guías, contemplando las necesidades emergentes de estas personas, ya que, adicionalmente, no todos los profesionales de la salud cuentan con el tiempo y los recursos para considerar toda la evidencia al evaluar el uso de una nueva tecnología. Así mismo, ante la necesidad de unificar las indicaciones y beneficios de esta tecnología, destacan estos aspectos como beneficios tanto para pacientes como para el sistema de salud en general.
“Las nuevas tecnologías en diabetes, como el Monitoreo Flash de glucosa, son una oportunidad para empoderar a los pacientes a través de la educación y la capacitación, haciéndolos más responsables de su autocuidado, con el apoyo de las (IPS) y las (EPS), así como de aumentar la efectividad de la atención integral del paciente con mejor control metabólico y menor número de eventos agudos como la hiper e hipoglucemia”, aseguró la Dra. Gómez.
“El Monitoreo Flash de Glucosa se recomienda sobre la glucometría para pacientes Tipo 1 o Tipo 2 con múltiples dosis de insulina que presenten mal control metabólico o hipoglucemias” concluyó la Dra. Gómez. “Y especialmente se recomienda que todo paciente pediátrico con diabetes en Colombia use esta tecnología” agregó la Dra. Audrey Matallana, endocrino-pediatra y líder del consenso de expertos para paciente pediátrico.
Las expertas concuerdan en que esta tecnología aumenta la efectividad de la atención integral del paciente, dado que le ofrece la posibilidad de mejorar su calidad de vida, empoderarse de su autocuidado y acceder a información al instante, mejorando significativamente el control metabólico, el Tiempo en Rango y la minimización de las hipoglucemias.
Por otra parte, la Dra. Matallana resalta que: “todo niño con diabetes en Colombia debe tener acceso al monitoreo flash de glucosa”, entendiéndose que esta población es sujeto de especial protección y que toda atención en salud que minimice el Riesgo de eventos agudos que ponen en riesgo su integridad y vida, y que a su vez maximice su calidad de vida y oportunidad de desarrollar normalmente su personalidad, es una prioridad en el país.
El impacto de este control integral también se encuentra en la reducción del riesgo cerebro-cardiovascular, que es una prioridad para el sistema de salud y es la base de políticas nacionales como las rutas de atención integral y el futuro modelo de aseguramiento.
Estas pautas y especificaciones que brindan las guías al personal médico son fundamentales para el desarrollo de una práctica clínica objetiva y estandarizada. Por esta razón es que se resalta la importancia de contar con consensos basados en evidencia actualizada para la gestión de enfermedades de alta carga como la diabetes.