Según la Federación Internacional de Diabetes (FID), a nivel mundial 537 millones de adultos viven con diabetes, una enfermedad crónica considerada por muchos especialistas como una “pandemia silenciosa” que afectará a 783 millones de personas en 2045.

En Colombia, los datos de la Cuenta de Alto Costo indican que tres de cada 100 personas tienen diagnóstico de diabetes, lo que representa 1,8 millones de casos atendidos en 2023. Ahora bien, se estima que existe un subdiagnóstico de hasta un 35% de los casos reales, por lo que esta cifra podría ser mucho mayor, lo que implica que un gran porcentaje de la población está en riesgo de sufrir consecuencias graves al no recibir tratamiento para controlar su enfermedad.

En cuanto a incidencia, las regiones con mayor presencia de esta enfermedad son la región Central con el 25,7% de los casos, seguida de la Caribe con el 20,4% y Bogotá con un 18,5%, y a nivel de mortalidad, la diabetes se ubica entre las 10 principales causas de muerte en el país.

Ante este panorama, en el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra anualmente el 14 de noviembre, es fundamental resaltar la importancia del promoción y prevención, el acceso y adherencia al cuidado y tratamiento, la educación en de estilos de vida saludables y el impacto de esta enfermedad en el bienestar mental y emocional de los pacientes con esta enfermedad crónica.

La diabetes y sus síntomas

La diabetes es una enfermedad que afecta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de glucosa, impidiendo que esta ingrese a las células para ser transformada en energía y generando niveles de azúcar anormalmente elevadas en la sangre. La principal hormona encargada de ese proceso de regulación es la insulina, la cual no se produce o no puede ser utilizada adecuadamente por una resistencia. Así, cuando una persona recibe el diagnóstico de esta patología puede requerir tratamiento con insulina para normalizar sus niveles de azúcar en sangre.

“Cuando se habla de diabetes no se habla de una única enfermedad, sino de distintos tipos que comparten la característica común de la hiperglucemia. La diabetes tipo 1 no es una enfermedad prevenible pero sí es una condición que se puede controlar y, en los últimos años, distintos desarrollos en nuevas insulinas y tecnologías han permitido brindar soluciones a estos pacientes. Por su parte, la diabetes tipo 2 es la más frecuente y es prevenible con la incorporación de hábitos de vida saludables desde temprana edad, como la alimentación consciente, actividad física regular y evitando el consumo de tabaco”, señala Carlos Salamanca, Gerente Médico del área cardiovascular en Sanofi.

Los síntomas más comunes de la diabetes tipo 1 y tipo 2 incluyen sed excesiva, pérdida de peso inexplicada, aumento del hambre, visión borrosa, hormigueo o entumecimiento en manos y pies, fatiga extrema, piel seca y heridas que tardan en cicatrizar. Estos síntomas suelen aparecer de forma tardía, por lo que es importante mantener visitas regulares al médico para identificar niveles anormales de azúcar en sangre de forma oportuna.

Factores de riesgo

En el caso de la diabetes tipo 2, que es la que se presenta con mayor frecuencia y tiene una prevalencia de entre 4% y 8% en Colombia[7], hay factores de riesgo no modificables, como pueden ser los antecedentes familiares, el aumento de la edad o haber padecido de diabetes gestacional durante el embarazo.

Sin embargo, hay otros factores de riesgo asociados al estilo de vida que sí están en manos de cada uno y, con un manejo adecuado, pueden ayudar a prevenir y controlar esta enfermedad. Entre estos se encuentran la inactividad física, una dieta poco saludable, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y el tabaquismo o vapeo.

“El manejo integral de la diabetes va más allá del control de la glucosa. Incorporar ejercicio regular y una dieta balanceada son fundamentales para alcanzar y mantener las metas de bienestar, lo que a su vez ayuda a reducir riesgos asociados, como la hipertensión y el colesterol LDL elevado. Además, es importante ofrecer a los pacientes soporte para gestionar la angustia que experimentan y el miedo a desarrollar complicaciones”, anota el doctor Salamanca.

Diagnóstico y tratamiento

Para detectar la diabetes debe realizarse un tamizaje que incluya el control de los niveles de glucosa en la sangre. Un seguimiento regular de la glicemia puede ayudar a diagnosticar la enfermedad a tiempo y evitar complicaciones graves. Por su parte, a nivel de tratamiento, la insulina ha demostrado ser una de las herramientas más efectivas para lograr niveles óptimos de glucosa en sangre y puede desempeñar un papel importante en el tratamiento de la diabetes.

Asimismo, tal y como lo remarca la Federación Internacional de Diabetes, más allá del tratamiento médico y el control de la glucosa, es esencial abordar la enfermedad desde el impacto en el bienestar mental y emocional de los  pacientes, quienes pueden experimentar diferentes emociones que afectan negativamente su calidad de vida.

“Se ha demostrado que un paciente, al ser diagnosticado con diabetes, experimenta etapas de estrés y emociones negativas. Esto es importante ya que la presencia de ansiedad y depresión en personas con diabetes se asocia con un mayor riesgo de no adherencia a las recomendaciones médicas para el control de la enfermedad y propicia el desarrollo de complicaciones.

Por eso, en el Día Mundial de la Diabetes, se hace un llamado a conocer más sobre esta enfermedad y a impulsar un enfoque integral en su manejo, pues con un tratamiento efectivo y un estilo de vida saludable es posible que los pacientes gocen de una buena calidad de vida sin que la diabetes se convierta en un obstáculo.