La dermatitis atópica es una condición de la piel caracterizada por la presencia de picazón intensa e irritación permanente que causa lesiones cutáneas visibles. Se estima que 230 millones de personas en todo el mundo la padecen, convirtiéndose en una de las enfermedades inflamatorias crónicas de la piel más comunes.
Debido a su gran prevalencia e impacto en la calidad de vida de los pacientes, cada año se conmemora el 14 de septiembre el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una fecha en la que organizaciones como la Fundación de Apoyo al Paciente con Psoriasis y otras Enfermedades de la Piel (FUNDAPSO), la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica (ASOCOLDERMA) y el Grupo Colombiano de Psoriasis e Inmunodermatología (COLPSOR) se unen para hacer un llamado a mejorar la atención de esta enfermedad, que además de dejar marcas visibles en la piel, está generando un impacto negativo creciente en la salud mental de los pacientes.
Colombia es un país con alta prevalencia de dermatitis atópica ya que se estima que alrededor del 14% de la población padece esta afección; muchos de estos pacientes enfrentan problemas que van más allá de la piel. Así, un estudio realizado en el país encontró que los pacientes con dermatitis atópica, además de presentar comorbilidades asociadas a la enfermedad inflamatoria tipo 2 como rinitis crónica (68,9%) o asma (39,6%), también experimentan trastornos del sueño (48,6%), ansiedad (20,7%) y depresión (16,5%).
“La dermatitis atópica es mucho más que una simple condición de la piel. Sus efectos trascienden lo físico, afectando profundamente la salud mental y emocional de los pacientes, así como la de sus familiares y cuidadores. Es fundamental que la sociedad, los profesionales de la salud y las autoridades comprendan la magnitud de este problema y creen soluciones de atención integrales que aborden tanto los síntomas físicos como los problemas de salud mental que enfrentan los pacientes”, explica Guillermo Gutiérrez, director de FUNDAPSO.
De hecho, datos provenientes del informe de caracterización de pacientes con dermatitis atópica de FUNDAPSO, afiliados en 2023, encontró que el 51% de ellos se sienten inseguros debido a su condición, mientras que un 45% experimenta angustia. Estos sentimientos, junto al aumento de comorbilidades como la ansiedad y la depresión, resaltan la gravedad del impacto emocional de esta enfermedad.
Según un estudio publicado por the World Allergy Organization Journal, casi 40% de los pacientes colombianos reportaron ausentismo laboral o escolar, lo que evidencia el impacto de la enfermedad en la productividad. Además, el mismo análisis sugirió que la carga emocional y social de la dermatitis atópica puede impactar negativamente la capacidad de establecer relaciones interpersonales, debido al estrés psicosocial asociado.
“La dermatitis atópica no solo deja marcas visibles en la piel, sino que también puede tener un profundo impacto en la salud mental de quienes la padecen. La constante picazón, el malestar físico y el estigma asociado a la enfermedad pueden llevar a sentimientos de ansiedad y depresión. Es crucial abordar tanto los síntomas dermatológicos como el bienestar emocional de los pacientes, brindando un enfoque integral en el tratamiento que apoye su calidad de vida en todos los aspectos”, explica Rodrigo Córdoba, médico psiquiatra y miembro del board de la Asociación Mundial de Psiquiatría.
Además, la dermatitis atópica puede provocar insomnio debido a la picazón y el malestar, y es justamente esa falta de sueño la que puede ocasionar un imapcto negativo en la salud mental del paciente, intensificando emociones como el estrés, la angustia o la ansiedad. Todo esto complejiza el manejo del malestar y puede llevar a que el paciente experimente problemas que van más allá de su piel.
“De forma frecuente los pacientes con dermatitis atópica presentan problemas de insomnio ocasionados por el estrés y la comezón permanente. Este es un tema crucial para la calidad de vida de las personas, pues la falta de sueño incide directamente en el estado de ánimo y también puede llegar a exacerbar la enfermedad a causa de ciertas emociones negativas” puntualizó el doctor Juan Raúl Castro Ayarza, miembros expresidente de COLPSOR.
Lo anterior, reitera la necesidad y urgencia de abordar la dermatitis atópica desde un enfoque multidisciplinario, abordando el tratamiento de las causas de la enfermedad y no solo lo que resulta superficialmente visible de ella. Y, en ese sentido, la Doctora Cluadia Arenas, presidenta de AsoColDerma, señala que “Colombia cuenta con guías de práctica clínica para dermatitis atópica, actualizadas en 2024, con nuevas recomendaciones para el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, las cuales resaltan la necesidad de adoptar un enfoque holístico para ofrecer a los pacientes una atención que les permita recuperar su calidad de vida y bienestar físico y mental”.
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