Lifetime Movies estrena el 6 y 7 de abril a las  9 de la noche, en exclusiva para Latinoamérica la película en dos partes “Los Asesinatos de Murdaugh” (Murdaugh Murders: The Movie), una historia de la vida real, que cuenta los terribles crímenes cometidos en 2021 por el abogado de Carolina del Sur Richard Alexander Murdaugh, más conocido como Alex Murdaugh, que incluyen el asesinato de su esposa e hijo, malversación de los fondos de su estudio de abogados y estafa a varias compañías de seguro.

Protagonizada por el reconocido actor Bill Pullman, “Los Asesinatos de Murdaugh” es la película número 500 de Lifetime, marcando todo un hito en la producción de historias de crímenes reales de la cadena televisiva, siendo la primera dramatización guionizada de los acontecimientos relacionados con la familia Murdaugh, y el caso que conmovió a toda una comunidad y al país entero.

Bill Pullman interpreta a Alex Murdaugh, un abogado que pertenece a una prominente familia cuyos antepasados han ocupado -por décadas- importantes puestos en el Poder Judicial en Carolina del Sur.  Y aunque Alex ya es un hombre adulto, vive a la sombra de su imponente padre Randolph Murdaugh III, un antiguo fiscal del Estado quien permanentemente le hace sentir lo decepcionado que se siente de él y de su nieto.

Bajo la constate presión de sentir el peso de cargar con el legado familiar y en su afán de no perder sus privilegios, además de demostrarle a su padre, a su familia y a la sociedad que es un hombre exitoso, Alex poco a poco se va convirtiendo en un fraude.  Adicto a la oxicodona y a mantener las apariencias, comienza a manipular las finanzas del estudio de abogados, embauca a sus clientes y constantemente miente a sus seres queridos para mantener una ilusión de control y éxito.

La película comienza en 2019, cuando conocemos al abogado Alex Murdaugh ya convertido en un adicto a los opioides, con problemas financieros, y un hijo adolescente, Paul (Curtis Tweedie), que permanentemente se ve involucrado en problemas debido al consumo de alcohol. Mientras que su esposa Maggie (Lauren K. Robek), empieza a preocuparse de que los hombres de su vida estén lidiando con algunos problemas más profundos de lo que hasta ahora ella sabía. Con tanta presión, Alex Murdaugh cae en un espiral de desesperación hasta que hace lo impensable, asesinando a su mujer y a su hijo.

“Cuando leí el guion, primero pensé en que no iba a hacer el papel porque no me veía matando a mi esposa

y a mi hijo. No había escuchado mucho de la historia y no sabía cómo iba a ser la cosa. Pero cuando terminé de leer el guion la situación cambió por completo, porque me llamó tanto la atención cómo los diálogos sonaban tan reales… Después me enteré que muchos eran transcripciones de lo que realmente se había dicho. Entonces me di cuenta de que no lo podía rechazar”, comentó Bill Pullman a la prensa latinoamericana durante la presentación de la película en un evento virtual.


La realización de esta película de dos partes contó con varios desafíos tanto para los actores como para el equipo de producción de Lifetime. Uno de ellos fue iniciar las grabaciones a solo unas semanas de haber finalizado el juicio contra Murdaugh.

“La verdad, nunca me había pasado eso antes. Murdaugh fue condenado en marzo del año pasado y nosotros empezamos a filmar a fines de mayo, creo. Así que él ya había empezado su proceso de apelación, no sabíamos qué iba a pasar al respecto de eso, así que todavía en realidad había mucho de la historia que todavía tenía que seguir contándose, y de hecho todavía es así. Y creo que esperamos lo más posible, el escritor, director y productores, esperaron hasta que saliera el veredicto que fuera certero antes de empezar, para que pudiéramos usar nombres, porque una vez que ya son parte del registro público luego de la condena, ya legalmente podíamos avanzar en esa dirección”, agregó Pullman.


Dirigida por Greg Beeman conocido por su trabajo en «The Mysterious Benedict Society», «Falling Skies», «Heroes» y «Timeless», la producción además debió trabajar contra el tiempo para enfrentar otro obstáculo: la huelga de guionistas y la inminente huelga de actores. Fue así como un día antes de que empezara la huelga de guionistas, los guiones estuvieron terminados. Mientras que el equipo también sabía que tenía que terminar la producción antes del 30 de junio, por si la huelga de la SAG-AFTRA avanzaba. A toda esta presión se le sumó que el plan consistía en hacer no una película, sino dos de dos horas cada una, para narrar tanto los crímenes como el proceso judicial.

A pesar de lo estresante que fue esta escasez de tiempo, Beeman declaró hace unos meses a los medios estadounidenses que ahora lo ve como «ventajoso, irónicamente». «No había nada que hacer salvo ser intuitivo. No tuve tiempo de reconsiderar mi plan», afirmó Beeman. «Y creo que Bill tuvo que hacer lo mismo con su actuación. Tuvo que trabajar intuitivamente».

“Greg Beeman tiene razón. No hubo mucho tiempo para prepararse, porque la naturaleza del juicio necesitaba tener un veredicto antes de ir a preproducción y las condiciones de la producción decían que yo

tenía que ir a Canadá, porque íbamos a filmar en Vancouver. Empezamos a filmar muy rápidamente después de que me ofrecieran el papel. No sabía si iba a tener suficiente tiempo para hacerlo y la verdad no tuve nada de tiempo para ver todos los videos que están en YouTube y en otros lugares para realmente asegurarme de que había entendido completamente las circunstancias y poder construir al personaje desde ahí. Así que, de alguna manera tuve que mirar hasta cierto punto y después hacer algunas presunciones que me permitirían básicamente ‘tocar un poquito de oído’ en cuanto a guiarme por la intuición”, comentó el actor.

“Los Asesinatos de Murdaugh” (Murdaugh Murders: The Movie) es una producción original de Lifetime y al ser consultado por su experiencia Bill Pullman respondió que fue algo nuevo para él.

“Nunca había hecho una película de Lifetime antes y cuando llegué al set me di cuenta de que es como cualquier otra película. Tienen la chance de convertirse en algo muy especial cuando se trata bien al equipo, cuando las condiciones de filmación se respetan y eso es algo que tuvimos. Teníamos que contar una historia difícil y poco tiempo para hacerlo, porque empezamos la película cuando terminó el juicio y porque estaba la huelga de actores que se venía. Por eso tuvimos que terminar cuando terminamos, porque si no, yo no iba a poder seguir actuando. A pesar de todo esto, creo que pudimos mantener la calidad.  Así que fue una buena experiencia”.