La película del director Joan Gómez Endara que tuvo su estreno mundial en el Black Nights Tallinn Film Festival en Estonia y que durante su participación en el Festival de Cine Latinoamericano – CinéLatino, de Toulouse, fue descrito por la crítica como ‘Una carta de amor’, llega a los cines colombianos este 1 de septiembre.
Las relaciones familiares narradas a través de un viaje épico por carretera, en la que tres almas solitarias se encuentran y reescriben el concepto de ‘familia’, son el eje central de esta película que destaca la vulnerabilidad como condición humana. Un viaje por un país que, al igual que sus protagonistas, parece una familia desmembrada y en el que la compasión y el amor emergen como la única esperanza para sus personajes.
La vida tranquila y bastante rutinaria de Eliécer se vuelca patas arriba cuando, al morir su padre, Esperanza, su desconocida media hermana de ocho años de edad, es llevada hasta la puerta de su casa. Reacio a que su vida sea interrumpida, Eliécer empaca su ropa y emprende un viaje a la capital en busca de la madre de la niña. A ellos se une Toño, un lanchero que sueña con convertirse en campeón de boxeo en la gran ciudad. Durante la travesía, se enfrentarán a mucho más que el camino.
Su director Joan Gómez Endara, la describe como “una road movie que cuenta una historia sincera sobre las relaciones familiares, con unos personajes entrañables que contrastan con las vicisitudes que tienen que enfrentar en el camino. La película, además, invita metafóricamente al espectador, a considerar cómo la hiedra también puede crecer, rodear y amar al que pareciera su enemigo, el árbol. Una imagen que nos pone de presente una de las premisas de la película: así aceptemos o no las herencias de nuestros padres, todos estamos hechos de la misma madera”.
La película de este director bogotano y las productoras Sonia Barrera Gutiérrez y Viviana Gómez Echeverry, que se estrena en cines este 1º. de septiembre, inició su recorrido en Rincón del Mar y San Onofre (Sucre),transitó durante su rodaje por carreteras de los departamentos de Bolívar, Magdalena, Santander y Cundinamarca y conquistó los aplausos del público del festival de San Sebastián en el apartado Cine en Construcción, para luego obtener el estímulo postproducción del Fondo de Desarrollo Cinematográfico – FDC.
Antes de estrenarse en Colombia, El árbol rojo tuvo su estreno mundial en el festival clase A más relevante del norte de Europa, el Black Nights Tallinn Film Festival en Estonia y siguió su recorrido por el Festival Internacional de Cine de la India, en Goa; el Festival de Cine Latinoamericano – CinéLatino, de Toulouse; el Festival de Cine de Cartagena, el Festival Internacional de Cine de Seattle, el Festival de Cine Latinoamericano de Chicago, el Festival de Cine Colombiano de Nueva York y el Festival de Cine de África, Asia y Latinoamérica, en Italia, donde el film fue galardonado con el premio Ciudad de Milán, otorgado por el gran público.
Los protagonistas de la trama son Eliécer (Carlos Vergara), su media hermana Esperanza Shaday Velásquez) y Toño (Jhoyner Salgado), el joven que aspira abrirse camino en el mundo con sus puños. Durante el viaje, y al son de gaita los tres protagonistas van destruyendo esos muros invisibles que tienen el poder de esconder sus emociones.
Dora Lall, programadora del Festival de Tallin, el más relevante del norte de Europa, describe El árbol rojo como “tres caminos diferentes que se unen en un viaje que conduce a la aventura, el autodescubrimiento y la intimidad. A medida que se desarrollan los acontecimientos, todos se acercan a sus verdaderos deseos”, mientras que el crítico de cine francés Cédric Lépine, del portal web de noticias Mediapart la describe como “Una Carta de Amor”.
Por su parte, el jurado que le otorgó el premio Rail D’OC en el Festival de Toulouse, asegura que “se desprende una gran humanidad de este road movie ubicado en una Colombia donde se adivina, en tela de fondo, un contexto social hostil” y destaca que “las relaciones que se tejen entre el hermano ya adulto y su media hermana son extremadamente tiernas y contrastan con las dificultades con las que tienen que lidiar. Una bella experiencia humana que nos muestra que la ilusión subsiste en un mundo duro donde todavía existe la solidaridad”.
El otro premio, el CCAS, entregado también en Toulouse, fue a los valores artísticos de la película: “otorgamos de manera unánime el premio por la interpretación, la calidad del guion, la música, la belleza de los paisajes y las escenas”, aseguraron los responsables del premio.
El árbol rojo también se hizo merecedor a la mención especial del Festival de Cine Colombiano en Nueva York donde el jurado la definió como “una conmovedora road movie que explora el concepto de familias improvisadas. Un viaje por carretera rico, glorioso y sincero con un elenco más que encantador”.
La gaita como protagonista
La música, como parte de ese acervo cultural del Caribe colombiano, está presente a lo largo de los 94 minutos de duración de la película, así como su gente, su idiosincrasia, su herencia musical, e incluso sus complejidades sociales, como lo explica el director Joan Gómez.
“La gaita resulta ser el hilo conductor de la película y se presenta a manera de leitmotiv en la historia. Este es el instrumento indígena por excelencia dentro de la música colombiana, al que se le acuña ser el primer cómplice de esos versos, luego musicalizados con el acordeón europeo, llamados vallenato”.
El cineasta asegura que la película está impregnada, de diversas maneras, de la cuna de la gaita, esa bella y resiliente región conocida como Montes de María, la costa del interior con su dejo y su sentir tan singular y original. “Esa región que también resultó ser una fuente de inspiración esencial para proponernos realizar la que, hasta hoy, es la primera película de ficción hecha en torno a una de las mayores riquezas culturales del país: la música de gaita y su instrumento como protagonista”.
La música original de esta producción fue compuesta por Camilo Sanabria, reconocido por bandas sonoras de importantes películas colombianas como Amazona de Claire Weiskopf (Goya 2018), Alias María de José Rugeles (Una cierta mirada – Cannes 2015) y la serie Mil colmillos” (HBO 2021), entre otras.
La banda sonora también incluye el clásico vallenato El Mochuelo del maestro Adolfo Pacheco, nacido en San Jacinto (Bolívar), considerado uno de los juglares del vallenato, y reconocido también por La hamaca grande. La música de gaita, estuvo a cargo de los compositores Owen Chamorro de Ovejas (Sucre) y Óscar Hernández de Barrancabermeja (Santander). Los sones de gaita y la cumbia fueron interpretados por el grupo Gaimará dirigido por el mismo Hernández, y por Damián Bossio, de Los Gaiteros de San Jacinto.
En contraste con esta riqueza de aires y folclor del caribe, la película viaja por otros géneros musicales como la balada, propio de otras regiones del país, con Busco un corazón, composición del reconocido músico de la década de los 80s y finales de los 90s, Raúl Santi, que se convierte en un tributo a la música de la época en la que está ubicada la historia, el año 1999.
Con una duración de 94 minutos, esta ficción de género drama es producida por Big-Sur Películas, en coproducción con Viso Producciones (Colombia), RTVCPlay marca de RTVC Sistema de Medios Públicos (Colombia) y Mass Media Communications (Panamá); cuenta con In Vivo Films (Francia) como productor asociado, con The Open Reel (Italia) como agente de ventas internacionales y con Cine Colombia como distribuidor para el territorio nacional.