Realizar actividad física ofrece beneficios para el organismo, pues reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, minimiza la posibilidad de padecer de diabetes tipo 2 y obesidad, y ayuda en el fortalecimiento de huesos y músculos para el desarrollo de actividades cotidianas. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de 4 adultos no alcanzan los niveles de actividad física necesaria, de mínimo 30 minutos diarios, los 7 días de la semana para la preservación de su estado de salud y bienestar.
La actividad física, desde caminatas diarias hasta la práctica deportiva, supone un impacto positivo en la reducción de síntomas asociados a la depresión, la ansiedad, hipertensión, algunos tipos de cáncer como el de mama o colon, al igual que robustece la salud ósea y funcional del organismo. Al respecto, el doctor Gustavo Pineda, jefe de ortopedia de la Clínica del Country y Clínica La Colina,explica que “la carga física es necesaria para mantener las estructuras celulares activas y de esta manera prevenir, con el paso del tiempo, la aparición de enfermedades como la sarcopenia (pérdida de masa muscular) y la osteoporosis”.
Las 5 lesiones deportivas más comunes
Sin embargo, si bien el ejercicio aporta múltiples beneficios para la salud metabólica, el estado de ánimo y para el sistema musculo-esquelético, realizar deporte sin las técnicas correctas, son desencadenantes de fracturas, dislocaciones, distensiones o tendinitis, según el caso. De acuerdo con el Dr. Pineda, las 5 lesiones deportivas más comunes son:
- Desgarro muscular. Es una sensación de tirón del músculo o tendón que conecta con el hueso. Esta lesión es común en deportes de contacto como el futbol, básquetbol,correr, en el tenis o en el golf. Puede prevenirse con el estiramiento muscular que favorece el flujo sanguíneo a los mismos antes y después de cada actividad.
- Esguince. Es el desgarre de los ligamentos en los tobillos, rodillas y muñecas, al ejercer un exceso de tensión. Puede producirse al hacer ejercicio en una superficie desnivelada o por giros elongados de la articulación.
- Tendinitis. Trata de la inflamación del tendón luego del ejercicio o movimiento repetitivo. Puede afectar el hombro, codo, rodilla o cadera. Se recomienda darle al cuerpo tiempo de reposo entre actividades para no sobrecargar los tendones.
- Bursitis. Consiste en la inflamación de la bursa o saco de líquido entre hueso y músculo. Puede ser causada por un golpe, caída o por hacer actividades que impliquen arrodillarse sobre superficies duras sin protección.
- Ruptura de Ligamento Cruzado Anterior (LCA). Es la ruptura o estiramiento excesivo del LCA en la rodilla. Suele producirse en deportes que requieren detenerse, aterrizar o cambiar de dirección de forma abrupta. En caso de no ser tratado por cirugía, impide la estabilidad y funcionamiento normal de la rodilla llevándola a una artrosis temprana, que es una enfermedad crónica degenerativa que produce la alteración destructiva de los cartílagos de las articulaciones.
La evolución en el tratamiento de lesiones deportivas
Normalmente estas lesiones de tipo muscular, tendinosas o articulares pueden ser tratadas mediante fisioterapia, con el uso de hielo, la ingesta de analgésicos —según prescripción médica— y descanso. Pero las lesiones ocasionadas por la ruptura de ligamentos o tejidos blandos requieren ser tratadas mediante cirugía; como es el caso de esguinces de tercer grado (no todos) y ruptura de ligamentos.
En los últimos años se han hecho avances en el desarrollo de procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos como la cirugía artroscópica (no invasiva), que ofrece menor tiempo de recuperación y reducción en el riesgo de desarrollo de infección. Este es el caso de la técnica de artroscopia de rodilla, en la cual el cirujano realiza pequeñas incisiones que le permiten reconstruir la lesión sin necesidad de una gran incisión.
Por otro lado, se ha implementado el uso de “ácido hialurónico (AH), el plasma rico en plaquetas (PRP) o la combinación de los dos en el tratamiento con biológicos”, explica el Dr. Pineda. La infiltración con ácido hialurónico en las articulaciones ha demostrado disminuir el dolor y favorecer la recuperación de la movilidad. A su vez, el plasma rico en plaquetas sirve para disminuir el dolor y acelerar la recuperación de lesiones en el paciente.
¿Qué esperar luego de una lesión deportiva?
Como medida inmediata, es necesario dejar de hacer ejercicio físico en el momento que se perciban los síntomas de una lesión, como dolor intenso y repentino, moretones, hinchazón o percibir que un hueso esté fuera de lugar.
En estos casos, es importante asistir a consulta con un especialista que determine si hay lesión y si requiere de cirugía. Así, “el tratamiento debe ir orientado por un equipo de profesionales en cada área, columna, cadera, rodilla, tobillo y hombro, con el acompañamiento del equipo de rehabilitación con los equipos de última generación necesarios”, finaliza el Dr. Pineda.