Tener una almohada adecuada puede ser la garantía para ser más productivo en el día a día y tener un descanso de calidad. Al dormir, es importante que tanto cabeza como cuello y columna, estén alineados ya que permiten una distribución equitativa del peso del cuerpo y esta, es la principal función de la almohada.
Existen diferentes formas de descanso y muchos tipos de almohada que debe adquirir según sus necesidades. Carla Hidalgo, fisioterapeuta de la Clínica Reina Sofía de Colsanitas, dice que cuando la persona se acuesta bocarriba y pone una almohada debajo de las rodillas contribuye con la reducción del peso que debe soportar la columna durante el tiempo en reposo. Si duerme de medio lado, una almohada ubicada entre las rodillas ayuda a aliviar la tensión en la zona lumbar. Y si la persona duerme bocabajo, es recomendable poner la almohada en el bajo vientre, de tal manera que se minimice la curvatura de la columna y el cuerpo se relaje más.
La posición de la almohada no solo influye en el descanso de las personas, algunas de ellas son necesarias especialmente para contribuir en la rápida mejoría de una cirugía de reemplazo articular, lesiones de la columna vertebral, embarazadas o pacientes que han salido de cirugías en la zona abdominal ya que pueda aliviar la tensión en los músculos próximos al área intervenida. En el caso de los bebés, su buen uso evitará reflujos.
Hidalgo, comenta las 5 consideraciones que debe tener para que su almohada, sea su aliada ideal para descansar.
- Verifique el tamaño adecuado: el ancho de su almohada debe ser superior al ancho de sus hombros. Todo lo relacionado con espesor y altura, debe variar entre los 10 y 15 centímetros. Las demás opciones y características dependen de su gusto personal.
- El relleno es la parte más importante: existen diferentes formas de llenar una almohada. – Las plumas de pato al tener una textura suave y ligera suelen deformarse con mayor facilidad. Sin embargo, toman su posición oficial de forma ágil. Estas se recomiendan para aquellas personas que suelen dormir bocabajo.
- Las de látex sintético o natural, por su parte, son firmes y se adaptan con más facilidad a la curvatura del cuello. Esta se recomienda y es ideal para personas de contextura gruesa.
- Las sintéticas de fibra de poliéster se adaptan más fácil a las necesidades de cada persona, pero, su duración funcional es mucho más corta pues constantemente se deforman.
- Finalmente, las almohadas de espuma de poliuretano tienen unas propiedades especiales con efecto memoria ya que se acomodan a la curvatura entre la cabeza y el cuello y proveen un buen soporte. Se recomiendan principalmente para aquellas personas que duermen de lado, sin embargo, estas pueden ser las más costosas.
- Cuide la higiene de su almohada: Hidalgo comenta que es recomendable que las almohadas tengan constante aireamiento para evitar que se concentren olores desagradables. Periódicamente, es importante darle la vuelta para evitar que se deforme y lavarla cada cierto tiempo para procurar la aparición de ácaros. Semanalmente, es recomendable cambiar las fundas que vienen con los juegos de sábanas.
- No sufra por dolores de cuello: la posición de la almohada es fundamental. Cuando duerme con una almohada muy alta o doble almohada, puede generar molestias en los hombros y columna vertebral. Intente siempre mantener el cuello en posición recta.
- El viaje ideal con la almohada perfecta: este tipo de accesorios son muy útiles para hacer los trayectos más amenos, ya que el soporte de cabeza y cuello evitan incomodidades y dolores musculares. Este tipo de elementos, al ser utilizado repentinamente, tiene un amplio portafolio de materiales para que sea más resistente como el icopor, tela, algodón, o aquellos que se inflan con aire. “Aunque por espacio y precio son las más utilizadas, las almohadas a base de aire son muy rígidas para cumplir la función ergonómica, sin embargo, si el viaje es corto, podría funcionar” concluyó Hidalgo.