SUCCESSION, a través de la familia Roy, realiza una profunda exploración de la naturaleza del poder y su impacto en las relaciones familiares. No te pierdas la exitosa serie original de HBO, estreno semanal todos los domingos por HBO MAX a las diez de la noche
¿Puede el poder ser el motor de los vínculos familiares? En cada familia existe una lucha de poder natural, pero ésta se intensifica aún más en aquellas con una figura patriarcal potente, porque en muchos casos, como en de los Roy, puede provocar que los hijos peleen entre sí, primero, por el reconocimiento y, además, por el lugar del padre.
El gran mérito de SUCCESSION es que sus protagonistas logran que los espectadores sientan compasión y empatía hacia ellos, a pesar de lo retorcidos, impunes e hirientes que puedan llegar a ser. Y es que la familia Roy lo tiene todo, menos el amor del patriarca.
Hijos a la sombra de un padre triunfador, nunca harán lo suficiente para estar a su altura, “lo tienen todo” menos el respeto y cariño de su padre y esa es su gran tragedia. Junto con ellos, el resto de la familia política como el yerno o el sobrino, luchan hasta perder la dignidad por quedar bien ante el jefe de la familia, y de la empresa.
¿Qué pasa en una familia en donde el amor está ausente y, entonces, el poder llena este vacío emocional? Los hijos trasladan sus carencias afectivas al terreno empresarial para intentar quebrar el poder que su padre ejerce sobre ellos.
A pesar de la disfunción de los vínculos de los Roy que incluye traiciones, maltratos, destratos y violencia entre sus miembros, el concepto de “familia” se respeta y se cuida por sobre todas las cosas, principalmente frente a las amenazas externas. El precio a pagar es, nada más y nada menos, que el cariño y el reconocimiento del patriarca.