Durante este 2024 vimos crecer ciertas tendencias de diseño, como lo fue el minimalismo y la tipografía lúdica. Para 2025 la predilección cambiará un poco, acentuando el trabajo de los creadores, con una fuerte inclinación por lo sostenible.

IA y el diseño

Sin duda alguna, el futuro está ligado al uso de la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, para el diseño hay elementos que se mantendrán durante muchos años. Óscar Guayabero, docente de ESDESIGN, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, explica que si bien la IA es una herramienta tecnológica que cambiará la forma de trabajar de los diseñadores al agilizar procesos, hay algo que no cambiará y que seguirá siendo imprescindible “la creatividad, el trabajo y el sentido común” y destaca que este último va a ser más necesario que nunca para el bien común.

Por lo tanto, en 2025 aún será tendencia el uso de la IA, pero sólo como un complemento, ya que el ingenio humano perdurará.

Metamodernismo

De acuerdo con el docente, el metamodernismo será algo que estará muy presente en 2025. Concebido por los teóricos culturales Timotheus Vermeulen y Robin van der Akker en su ensayo “Notas sobre el Metamodernismo”, este concepto es considerado clave para entender las dinámicas actuales del arte y de la sociedad en general.

Guayabero indica que este 2025 veremos esta tendencia como una combinación de valores del modernismo con elementos del postmodernismo y aunque haya la necesidad de buscar herramientas de cambio propias del movimiento moderno, también se hace necesaria la ironía y la flexibilidad del postmodernismo. “La traslación estética de esta tendencia será un modernismo que no se toma tan en serio como el diseño suizo de los cincuenta, pero que tampoco cae en el cinismo de los ochenta”.

En el arte y la cultura, veremos obras que combinan elementos de esperanza y desesperación, al mismo tiempo que la sinceridad, la tecnología (que nos invade insaciable) y la humanidad.

Sostenibilidad

Guayabero insiste, como muchos ambientalistas, que no se puede seguir diseñando pensando que los recursos que tenemos son ilimitados y poniendo la competencia del mercado en el centro. “Ahora toca poner a las personas. La supervivencia como especie depende de si sabemos leer este cambio”.

El reto, indica, es conseguir diseños sostenibles que sean interesantes, glamurosos y “sexis” para el mercado.Por ello, los diseñadores en 2025 pondrán aún más énfasis en la creación de productos que sean amigables con el medio ambiente e incluso pondrán en discusión, a través de sus obras, la importancia de la sostenibilidad para mover la sensibilidad del espectador.

Feminismo y diversidad

“De entre todas las cosas que están cambiando nuestra manera de pensar, y por tanto de diseñar, la más excitante es el feminismo transaccional, que reconoce la horizontalidad del reclamo de todas las mujeres, niñas y trans, y su diversidad cultural, étnica, religiosa, sexual”, recalca Guayabero.

Para el experto de ESDESIGN, esta forma de diseño que será tendencia en 2025 es metamoderna, porque aborda temas importantes, pero utiliza elementos como el transhumanismo, un movimiento cultural, intelectual y científico que, desde el punto de vista de Nick Bostrom —filósofo sueco fundador de la World Tranhumanist Association— afirma el deber moral de mejorar las capacidades física y cognitivas de la especie humana, aplicando al hombre nuevas tecnologías para que se eliminen aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana, como el sufrimiento, el envejecimiento, la enfermedad e incluso la condición mortal.

Para Guayabero, el feminismo puede redibujar las reglas del juego haciendo una sociedad más inclusiva, “no desde la ‘buena voluntad’, sino desde la concepción abierta y horizontal”.

Diseño sensorial

Las experiencias sensoriales han cobrado relevancia en la última década. Los diseñadores han creado espacios donde se juega con todos los sentidos. Al respecto, Guayabero destaca que aunque las experiencias están a la alza en el mercado, los consumidores serán más exigentes y buscarán que dichas experiencias sean más liberadoras para aligerar el peso digital que llevan las personas gracias al uso de redes sociales.

Sin embargo, indica que la huella de carbono de lo digital, como lo es el uso de las IA, generará un debate y surgirán reacciones de carácter ecologista. “Eso creo que cambiará hacia un análisis sobre los límites del concepto ‘realidad’ y el peso del CO2”, finaliza.