¿Sería capaz de enfrentar a quien destruyó su vida? ¿Dialogaría con quien secuestró a su ser más querido durante años?
Teatro Petra, dirigido por Fabio Rubiano, trae a escena Mantener el Juicio, un encuentro donde víctimas y responsables se miran a los ojos, enfrentando las consecuencias del conflicto. La obra pone en la mesa preguntas difíciles: ¿Es posible el perdón? ¿Cómo se repara lo irreparable?, en un espacio donde el dolor y la justicia se cruzan. Obra que estará en temporada de estreno de miercoles a domingo hasta el 2 de noviembre, con las actuaciones de Marcela Valencia, cofundadora de la compañía, Julián Román, Derly Neira, Ana María Aguilera, Viviana Bernal, Juan Diego Marín, Luis Velasco y Jorge Rico.
Mantener el juicio nace de la colaboración entre el Teatro Petra y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pero no es una obra propagandística, didáctica ni institucional. Con casi 40 años de trayectoria ininterrumpida, Teatro Petra ha abordado el conflicto colombiano desde diversas perspectivas, siempre buscando comprender las razones de todas las partes involucradas. En esta ocasión, la obra se inspira en la labor de la JEP, cuyo objetivo principal es juzgar los delitos más graves cometidos durante el conflicto armado, enfocándose en la reparación a las víctimas y en la construcción de una paz duradera. Aunque está basada en hechos reales, la obra se presenta como una ficción que combina elementos de distintas historias para construir una narrativa que invita a la reflexión.
En escena, la señora Fabiola busca que el nombre de sus dos hijos, asesinados y mostrados como guerrilleros sea resarcido. Para lograr eso deberá verse cara a cara con Yesid quien los mató y los enterró en una fosa. Por otro lado, Doña Rosalba no quiere verle la cara a Fidel Franco, el comandante guerrillero que tuvo secuestrado y encadenado a su esposo durante 5 largos años. Mientras tanto, el General Monsalve se niega aceptar cargos y no cree en la imparcialidad de esta corte. En medio de ellos tambien están los magistrados, magistradas y facilitadores.
Esta pieza gira en torno a una pregunta fundamental: ¿Es posible restaurar la vida de alguien que ha sido devastado por la violencia?, la cual tiene implicaciones tanto para las víctimas como para los responsables, y se aborda a través de las experiencias personales de cada uno de los personajes. Rubiano, señala que todos los personajes de la obra, son en cierto sentido víctimas de un sistema que los llevó a cometer actos atroces. La obra no ofrece respuestas, sino que invita al público a reflexionar sobre la justicia restaurativa y las posibles vías de reparación en un contexto tan doloroso como el conflicto armado colombiano.
Otro aspecto destacado de Mantener el juicio es su meticulosa atención al detalle y su enfoque realista. Aunque Fabio Rubiano confiesa que no siempre le gusta trabajar con un realismo estricto, consideró que era necesario en esta obra dada la cercanía y relevancia de los eventos que aborda. No obstante, también introduce elementos simbólicos que contribuyen a la profundidad poética a la trama, creando una atmósfera que equilibra la solemnidad de los juicios con momentos más cotidianos aportando una dimensión más emocional y humana que conecte con el público.